Plantas bajo la lupa. Conoce su morfología.

Alrededor del mundo se han estudiado más de 300 mil especies pertenecientes al reino vegetal. Bolivia es considerado como uno de los principales países con mayor biodiversidad y ecosistemas naturales cuya riqueza alcanza el 55% de la diversidad biológica mundial.

Las plantas son consideradas organismos vivos de primera línea dentro de la cadena alimenticia. A través de sus procesos son: reguladoras, fitoremediadoras, productoras, hábitat, potencia económica, entre otras funciones.

Todas las especies poseedoras de clorofila, un pigmento verde que permite absorber la energía del sol, son catalogadas dentro del reino vegetal: algas, musgos, helechos y plantas con flor o semilla.

Un dato interesante es que son los únicos seres vivos capaces de transformar la materia inorgánica como los minerales del suelo y el dióxido de carbono del aire y el agua, en oxígeno, azúcares y almidón, además de la formación de frutos.

Cada especie presenta tres partes: hojas, tallo y raíces. Luego, dependiendo del tipo de planta que se estudie pueden producir variantes como: flores, frutos y semillas. A continuación, expondremos cada una de ellas.

La raíz

Es el órgano principal por donde absorberán el agua y los nutrientes del suelo, para luego transportar estos elementos hacia el tallo y las hojas a través del xilema y floema. Además, permite adherir la planta a la tierra y servir de sostén para su crecimiento.

Se conocen las raíces primarias y secundarias:

La primaria es aquella que crece hacia abajo y la cual, es el eje principal de la planta. Esta raíz nunca debe ser cortada para plantarse, ya que es la base para su desarrollo y el de sus raíces secundarias.

Si se corta, se debe sumergir unos 10 minutos en fertilizante y agua para su recuperación, luego drenar el agua excedente y recién plantar en la maceta o espacio de tierra que se tiene previsto.

Durante el proceso, se debe cuidar que la raíz no quede doblada u obstruida, debido a que puede secarse o morir ante la falta de fuente de agua y espacio necesario para su fijación en el suelo. La raíz primaria igual sirve como fuente de almacén de almidón, es decir: energía y glucosa en caso de carencia de luz útil para el metabolismo de la planta.

Las secundarias son aquellas raíces más delgadas que se extienden a lo ancho del eje central de la planta, estas suelen desplegarse alrededor del pan de tierra y se regeneran si se cortan. Están encargadas de absorber los nutrientes y agua por sus vellos radiculares y conducirlo a través del sistema vascular (xilema y floema) a cada órgano.

El sistema vascular de las plantas

Es todo un equipo, encargado de conectar cada órgano de la planta mediante sus células, tejidos y vasos, los cuales, conducen el agua, las sales minerales y los nutrientes hacia el tallo y hojas permitiendo la vida y el cumplimiento de las funciones de la especie.  Algo parecido al sistema circulatorio del ser humano.

El xilema asciende desde las raíces hasta las hojas transportando el agua absorbida del suelo a través de la osmosis y a lo que también llamamos savia bruta.

Una vez en las hojas, se realizará la succión del agua y la transpiración a través de sus estomas para así, realizar la fotosíntesis que es la adquisición de energía solar y la transformación en proteínas, lípidos y azúcares necesarios para el desarrollo, vitalidad y crecimiento de la planta.

Desde aquí, el floema cumplirá un ciclo circular desde las hojas hasta las raíces y viceversa. Transportará el material orgánico generado en las hojas durante la fotosíntesis a través del tallo, y lo depositará en las reservas de energía de la raíz. Esto también es conocido como: savia elaborada.

El tallo

Es la parte de la planta que crece al contrario de la luz del sol y brinda de sostén y da estructura a la misma. Este se origina en la yema de la semilla y a lo largo de su crecimiento presentará yemas axilares, nudos y entrenudos de donde brotarán las hojas, ramas, flores y frutos.

Cada espacio comprende un nacimiento diferente:

De los nudos, brotarán las hojas.

De los entrenudos, nacerán las ramas.

De las yemas axilares y terminales darán lugar a nuevas ramas, flores y frutos.

Dependiendo la especie, variara el grosor, color, número de ramificaciones y tipo de madera.

Las hojas

Son el órgano encargado principalmente del proceso de la fotosíntesis (transformación de energía solar en energía química), la respiración (absorción del oxígeno y expulsión de dióxido de carbono, mayormente realizada en la noche) y transpiración (pérdida del exceso de agua por medio de los estomas en forma de vapor y regulación de la temperatura de la planta).

Las hojas se dividen en limbo y peciolo:

El limbo es la parte ancha de la hoja, aquí se presenta la mayoría de los estomas u orificios por donde el agua se convertirá en vapor durante la transpiración y a su vez, es el espacio con mayor concentración del pigmento de la clorofila utilizada durante la fotosíntesis. Se divide en haz, la parte que da cara al sol, y envés, la parte trasera u oculta.

Dentro del limbo, se podrán observar los nervios o haces vasculares por donde se transportará el xilema y el floema; cada uno con un patrón y grosor diferente.

El peciolo por otro lado, es más angosto y cilíndrico, este es el encargado de adherir el limbo a los nudos del tallo.

Dependiendo del tipo de especie, variara el contorno, tamaño, nervadura y cantidad de foliolos u hojas en un solo peciolo. A su vez, podremos emplear las hojas en diferentes funciones comestibles, económicas, culturales y medicinales.

La flor

Es considerada como el órgano reproductor de la especie vegetal debido a su capacidad de producir semillas, una característica principal de las plantas fanerógamas. Sus componentes importantes son: el cáliz, la corola, los estambres y pistilos.

Dentro de este tipo de plantas están las angiospermas y gimnospermas cuya diferencia se desenvuelve en la exposición de las semillas. En esta oportunidad, nos basaremos solamente en el grupo de las angiospermas: especies cuya semilla es resguardada por los órganos fértiles en los pétalos de la flor y su reproducción inicia través de la polinización.

Dado los colores vistosos de los pétalos, es como los insectos polinizadores son atraídos para iniciar el ciclo reproductivo. Ese conjunto de hojas se llama: corola, y son sujetadas por el cáliz, la parte verde conformada por hojas o sépalos que resguardan la flor en su fase de capullo.

En el interior, podemos notar los estambres y pistilos. Los estambres serían el órgano reproductor masculino productor de polen y los pistilos, el almacén de los óvulos y ovarios que serán fecundados por la polinización.

La polinización es un proceso reproductivo producido principalmente por insectos, tales como las abejas o por medio del viento donde el polen de una flor pasa y se deposita dentro de los pistilos de otra, llegando a fecundar los óvulos. De ahí, nacerán los frutos o semillas.

Las abejas son fieles polinizadores, ya que al ser atraídas por el color y perfume de los pétalos estas se posan encima de los estambres y diseminan el polen adherido a sus patas cuando alzan vuelo.

El fruto y las semillas

El fruto como la semilla son el producto fecundado y maduro del ovario de la flor. Se divide en epicarpio, mesocarpio y endocarpio. Cada fruto variará según su linaje genético.

El epicarpio, es la parte expuesta del fruto, también conocido como cáscara.

El mesocarpio, es la parte intermedia. La pulpa comestible.

El endocarpio, es la parte interna que resguarda la semilla. Una capa ligera, membranosa o a veces pilosa.

La semilla, es el cuerpo que guarda el material genético vegetal y permitirá la multiplicación y nacimiento de otra planta de la misma especie con mismas características.

Las plantas al ser componentes vivos necesitan de nutrientes y sustratos especiales para mejorar su desarrollo, además de la luz solar, es por ello que muchos biólogos hablan del famoso NPK o macronutrientes.

El nitrógeno es utilizado por las plantas para producir hojas y mantener un buen color verde. También es considerado como motor del crecimiento, rendimiento y regeneración de la planta.

El fósforo, forma nuevas raíces, produce semillas, frutos y flores. A parte que combate enfermedades tales como: la coloración purpúrea en las hojas. Por otra parte, Cumple un rol fundamental en la transferencia y síntesis de energía durante la fotosíntesis y otros procesos químico-fisiológicos.

El potasio, ayuda a desarrollar tallos fuertes y mantener un rápido y saludable crecimiento combatiendo enfermedades tales como: la necrosis o palidez en los contornos de la hoja. De igual manera, se encarga de la absorción del agua y el balance hídrico de la planta, en la síntesis de carbohidratos y de proteínas.

En otros apartados, tocaremos cada uno de ellos con mayor detenimiento.